El Estado rompe el pacto: la ley que borra la infancia en Ecuador
El 26 de junio de 2025 se publicó en Ecuador la reforma de la Ley Orgánica de Integridad Pública, que incluye el juzgamiento de adolescentes como adultos en casos de delitos grave. Desde esa fecha se da un giro de 180 grados respecto a la política, que hasta ese momento se aplicaba en Ecuador y que respondía a la Convención de los derechos del Niño , de la cual Ecuador es signatario desde el 1990. Los artículos 37 y 40 expresan muy claramente que: “Los y las adolescentes no pueden ser juzgados ni sancionados como adultos”.
UNICEF, en su informe publicado en el 2024, afirma que el 2023 registró 770 homicidios contra niñez y adolescencia, con un particular aumento en los rangos de edad de 0 a 4 años y de 15 a 19 años. Esta tendencia de violencia extrema se relaciona con el aumento general de la criminalidad y la inseguridad en el país. El incremento de la violencia y el reclutamiento de niños, niñas y adolescentes por parte de grupos de delincuencia organizada son factores clave en el aumento de la población de adolescentes en el sistema penal. El mismo informe de UNICEF de 2024 señala un aumento del 640% en la tasa de homicidios de este grupo etario en cuatro años.
“La prueba moral de una sociedad es lo que hace con sus niños.”
Somos una sociedad adultocéntrica que impone a la niñez y adolescencia una visión alejada de su realidad, sin entender las complejidades de crecer en un ecosistema hostil.
En un entorno violento, donde parece que el crimen organizado es el que tiene la batuta frente al Estado, la respuesta no puede ser más violencia. Criminalizar a los adolescentes y castigarlos como adultos no ataca las condiciones estructurales de la violencia.
Nos enfrentamos a una paradoja ética donde un Estado que ha fallado en proteger a estos jóvenes de la pobreza, la exclusión y la falta de oportunidades (que son factores de riesgo para el crimen), luego interviene solo con castigo en lugar de implementar medidas de rehabilitación y prevención. Estamos alimentando a la violencia con más violencia.