En Ecuador Nos Siguen Matando: 277 Mujeres Víctimas de Feminicidio en 2023

 

La violencia machista no para de matarnos. En Ecuador, desde el 1ero de enero hasta el 15 de noviembre de 2023, hemos registrado 277 vidas de mujeres violentamente arrebatadas por la violencia de género. Este doloroso monitoreo, que realizamos desde la sociedad civil, incluye al menos 150 feminicidios relacionados con sistemas criminales, 113 feminicidios íntimos y 14 transfeminicidios.

Desde la tipificación del femicidio en 2014, se han registrado al menos 1.659 mujeres, niñas y adolescentes víctimas de feminicidios en Ecuador. Esta cifra no solo representa pérdidas individuales, sino colectivas. Solo en este año, al menos 153 hijos e hijas han quedado en orfandad como consecuencia de estos crímenes de género.

Violencia femicida a lo largo de nuestro ciclo vital

Las edades de las víctimas revelan la diversidad de mujeres afectadas por la violencia de género: la edad promedio es de 34 años, siendo 22 años la más frecuente. El rango es desgarrador, desde menores de un año hasta 90 años, incluyendo a 25 menores de edad.

El impacto de estos crímenes se extiende a sus familias, entornos y comunidades. Catorce mujeres estaban embarazadas y 92 mujeres eran madres de familia, lo que deja 153 hijos e hijas, en situación de orfandad. Para ellos y ellas exigimos seguimiento y reparación integral urgente.

¿Femicidas en las calles?

El reciente caso de Abigail Supliguicha, asesinada en Cuenca por un femicida que tenía un largo historial delictivo y estaba en libertad, es representativa. ¿Dónde están los femicidas? ¿Por qué con tanta frecuencia siguen prófugos y caminan por nuestras calles? En el 42% de los casos los femicidas tenían un vínculo sentimental con las víctimas. 191 de ellos (38% de los casos) utilizó un arma de fuego para arrebatar la vida de sus víctimas. Exigimos al Estado intensificar esfuerzos en la búsqueda de todos los femicidas prófugos, exigimos todo el peso de la Ley, para poner fin a la impunidad y erradicar estos delitos de género. Es hora de garantizar la seguridad de nuestras ciudades y comunidades y de garantizar justicia y reparación integral para todas las víctimas de femicidio.

Al nuevo gobierno recordamos:

Que el feminicidio es un asesinato de Estado, porque el Estado no protege la vida de las mujeres y niñas. El feminicidio no es un crimen pasional, es un crimen de poder, así como los femicidas no son monstruos aislados, son “hijos sanos del sistema patriarcal”, moldeados por las normas y estructuras de poder patriarcales. El femicidio ocurre como escalada extrema de una violencia creciente y sistemática. Entre las víctimas, al menos 30 habían reportado antecedentes de violencia, seis contaban con boletas de auxilio y cinco habían sufrido abuso sexual.

La violencia inicia con la cultura machista y patriarcal que legitima cualquier comportamiento que dañe la figura, el cuerpo o la esencia de las mujeres. Necesitamos una educación sexual afectiva y profunda, enseñar a niños, niñas y adolescentes que el amor no duele, que el amor no es posesión. Hay que financiar las Casas de Acogidas y los Centros de Atención porque dan la posibilidad de asistir a quienes lo necesitan en todos los territorios urbanos y rurales.


25 de Noviembre, nadie nos calla contra la violencia de género

¡Basta! La lucha feminista persiste. Estos datos revelan la urgencia de abordar la violencia de género en todas sus manifestaciones. Más allá de las cifras, hay historias humanas que claman por justicia y un cambio profundo en la sociedad. La lucha continúa por un Ecuador donde todas las mujeres puedan vivir libres, seguras y sin miedo. Este 25 de noviembre seguimos manifestándonos en las calles y en las plazas de todo el país para vivir, por la libertad y por la seguridad de todas las mujeres y niñas que vivimos en Ecuador.

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