Salud colectiva para municipios saludables
Fundación ALDEA y la Organización Panamericana de la Salud – OPS trabajaron en una propuesta que permita realimentar al modelo de certificación del Programa Nacional de Municipios Saludables-PNMS- del Ministerio de Salud Pública -MSP .
La propuesta consideró el marco teórico de salud planteado en la Constitución del Ecuador, el marco normativo de competencias y responsabilidades referente a gobiernos locales, y las perspectivas de salud desde los determinantes sociales, salud colectiva y Una Salud “One Health”. Adicionalmente, la propuesta consideró la comprensión del territorio en sus diferentes escalas —local, nacional, regional y mundial—, concebido en toda su integralidad y complejidad. Este enfoque teórico – metodológico constituye el eje central para que los municipios diseñen acciones orientadas a enfrentar no solo los riesgos y vulnerabilidades actuales, sino también con mirada prospectiva. De esta manera, los municipios podrán generar acciones que permitan mitigar, adaptar y formular estrategias de resiliencia frente a escenarios críticos como: el cambio climático, las pandemias, los problemas de salud pública, las migraciones internas y la violencia, desafíos que los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) municipales están llamados a gestionar.
Se propone que el PNMS debe abordar la salud desde una perspectiva integral e interconectada, orientada a impulsar políticas públicas construidas desde el territorio. En este marco, los indicadores del PNMS constituyen una guía para que los gobiernos locales diseñen acciones y estrategias dirigidas a reducir las brechas existentes y, con ello, enfrentar las inequidades que afectan a la población. Preguntas como: ¿Cuáles son los principios sobre los cuales se rigen los Municipios Saludables? ¿Cuáles son los desafíos que deben enfrentar? Te lo explicamos en el siguiente artículo.
La salud no es solo ausencia de la enfermedad
Un Municipio Saludable es aquel que reconoce la salud como un derecho fundamental y que reconoce al territorio como el resultado de múltiples factores sociales, políticos, económicos, culturales, ambientales y biológicos. Esta visión, promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1948, y reafirmada en la Declaración de Alma-Ata1 (1978), establece que :
“la SALUD no es solo la ausencia de enfermedades, sino un estado completo de bienestar físico, mental y social, que debe garantizarse para todas las personas sin distinción”
Adicionalmente, la constitución del Ecuador, en su artículo 32 reconoce a la salud como:
“un derecho que garantiza el Estado, cuya realización se vincula al ejercicio de otros derechos, entre ellos el derecho al agua, la alimentación, la educación, la cultura física, el trabajo, la seguridad social, los ambientes sanos y otros que sustentan el buen vivir.
El Estado garantizará este derecho mediante políticas económicas, sociales, culturales, educativas y ambientales; y el acceso permanente, oportuno y sin exclusión a programas, acciones y servicios de promoción y atención integral de salud, salud sexual y salud reproductiva.
La prestación de los servicios de salud se regirá por los principios de equidad, universalidad, solidaridad, interculturalidad, calidad, eficiencia, eficacia, precaución y bioética, con enfoque de género y generacional.” (Art. 32)
Además, en su preámbulo dice: “Decidimos construir una nueva forma de convivencia ciudadana, en diversidad y armonía con la naturaleza, para alcanzar el buen vivir, el sumak kawsay”. Esa convivencia que se entrelaza entre la salud humana, la salud animal y la salud del ecosistema debe ser la base del Programa Nacional Municipios Saludables. Esta visión interconectada apunta a crear entornos saludables, equitativos y sostenibles mediante una gobernanza participativa, multinivel y multisectorial, que integra la salud como eje transversal en todas las políticas públicas a nivel de los territorios. Este enfoque, cuyo término en inglés es “One Health” se debe complementar con el enfoque de “Salud Colectiva”, que permite enriquecer los programas y políticas de salud con criterios de equidad, justicia social y participación ciudadana activa, priorizando a las poblaciones históricamente excluidas y a la población en situación de vulnerabilidad.
En Ecuador, el Programa de Municipios Saludables, es liderado por el Ministerio de Salud Pública con el apoyo de la OPS/OMS, programa que promueve que los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) trabajen de manera articulada para enfrentar los determinantes sociales de la salud. El Programa Nacional de Municipios Saludables existe desde el año 2016, hasta el momento de los 221 municipios a nivel nacional, 141 se han adherido a este programa. Es importante recalcar que la adhesión al PNMS es voluntaria, pero no es una mera formalidad. El municipio que ingresa al programa asume un compromiso para priorizar la salud como un eje transversal en su gestión.
ALDEA y OPS, frente a la necesidad de actualizar el manual de este programa, propone la actualización de los indicadores del PNMS que deben aplicar los municipios.
En este sentido se insistió en recalcar que la salud no es solo ausencia de la enfermedad. Salud es cuando se reducen las inequidades y se fortalece la cohesión social y la participación comunitaria, involucrando la población en la toma de las decisiones para generar y aplicar políticas públicas saludables.
Los principios rectores del PNMS son:
La salud como derecho humano fundamental;
Equidad y justicia social;
Convivencia segura y libre de violencia de género;
Participación social y comunitaria;
Intersectorialidad y gobernanza territorial;
Sustentabilidad e integralidad;
Respeto a la diversidad y pertinencia cultural;
Progresividad y prospectivo.
Entre las recomendaciones finales derivadas del trabajo realizado por ALDEA, se destaca la importancia de que el PNMS mantenga un enfoque integral, así como mecanismos de flexibilización y adaptabilidad territorial. Se subraya la importancia de garantizar un acompañamiento técnico sostenido por el MSP para que apoye al cumplimiento de los indicadores del PNMS. Por otro lado, la sistematización de buenas prácticas realizadas por algunos municipios se recomienda como una estrategia clave para promover el aprendizaje horizontal entre los municipios que integran tanto el PNMS como la red de municipios saludables.
Para mayor información sobre este trabajo puede contactarse con Giannina Zamora: gzamora@fundacionaldea.org quien ha estado a cargo de la investigación y documento final.
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