Desde la tierra y para la vida: permacultura en las comunidades kichwas de Otavalo. Entrevista con Pilar de la Torre
Quito – Ecuador. Pilar De La Torre es una de las participantes del taller-seminario “Mercado de carbono y derechos territoriales”. Pilar es kichwa, pertenece al pueblo Otavalo y vive en la comunidad de San Luís de Yagualongo. Conversamos con ella sobre el proyecto “Gestión Territorial Regenerativa Cala Cambugan”, que comprende la Comuna Jatunpamba, Minas Chupa, Motilón Chupa, Padre Chupa y Hatun Asilla Chiri Sacha. Ella aplica la permacultura como herramienta de trabajo en el proyecto.
Pregunta (P): ¿Cuál es tu enfoque en la permacultura?
Respuesta (R): La permacultura es una herramienta que permite diseñar modelos de vida humanos y sostenibles en armonía con la Pachamama. Nuestros enfoques son: el empoderamiento indígena y campesino desde la regeneración y restauración del territorio, el fortalecimiento del capital social y humano, la identidad cultural, el empoderamiento de las mujeres con identidad y la gestión territorial.
P: ¿Cuáles son estas herramientas?
R: Son técnicas y métodos prácticos que usamos para diseñar y mantener sistemas productivos integrados con la Pachamama. Buscamos rescatar y fortalecer los saberes ancestrales en diálogo con la tecnología. Entre ellos:
• Manejo del agua (diseño hidrológico con curvas de nivel tipo skyline), filtros de agua con carbón activado, remediación de aguas residuales con círculos de plátano y vermifiltros.
• Manejo del suelo, manejo holístico de animales, diseño de chakras andinas, bioconstrucción, uso de energía renovable, casas dinámicas de semillas.
P: ¿Cómo aplicas esto en las comunidades donde trabajas?
R: A través de procesos educativos regenerativos y con herramientas de permacultura centradas, sobre todo, en la recuperación de semillas ancestrales para fortalecer la alimentación y el cuidado de la tierra y las personas.
P: ¿Qué actividades realizan en las comunidades?
R: El fondo semilla permite la continuidad de las actividades. Apoyamos líneas como:
Instalación de cercas de alambre de púas.
Filtros de carbón activado para que las familias accedan a agua limpia.
Cosecha de agua lluvia y remediación de aguas residuales mediante métodos prácticos y replicables, como el “círculo de plátanos”.
Producción de bioinsumos: entregamos tanques y materiales para la elaboración de abonos sólidos y líquidos.
Entrega de kits de semillas, sembradas en espacios de 40 m² para producir plántulas no solo de plantas criollas, sino también nativas de la zona, que contribuyen a la seguridad alimentaria y también a la comercialización.
Distribución de kits de herramientas que muchas familias no pueden adquirir por su cuenta.
Entrega de kits de plantas y frutales para diseñar pequeños bosques comestibles.
P: ¿Con qué financiamiento cuentan para todo esto?
R: El financiamiento proviene de la línea CLARIFI, impulsada por Rights and Resources Initiative (RRI), que canaliza los fondos a través de la Fundación ALDEA, como patrocinador fiscal. Nuestra organización, Muyusai, es joven y no cumplía con todos los requisitos para aplicar directamente a los fondos de RRI. Este proyecto finaliza en agosto, pero tenemos actividades complementarias, como la bioconstrucción en Hatun Pamba: una restauración del espacio llamado “Casa Viverista”, donde funciona un vivero que será ejemplo práctico para recuperar conocimientos sobre el manejo del bosque.
P: ¿Eres guardiana de semillas?
R: Sí, soy guardiana de semillas por herencia de mi abuelo y mi abuela. Una de las tareas que ellos me encomendaron fue rescatar todas las especies nativas de nuestro territorio. Eso me ha inspirado a seguir trabajando por las semillas, junto con mi familia, mis hijos y las comunidades.
P: ¿Trabajan en la recuperación de semillas?
R: Sí, lo hacemos a través de intercambios entre participantes del proyecto, provenientes de distintas comunidades. Cada persona aporta sus semillas, aunque estén repetidas, fortaleciendo así los espacios de trueque. Las semillas no pueden desaparecer, y estamos reintroduciéndolas en comunidades que han sufrido una fuerte erosión de su patrimonio genético. A futuro, queremos iniciar un proceso de formación de semilleristas, para que los conocimientos en semillas nativas se apliquen también a las criollas (especialmente hortícolas), y así avanzar hacia la soberanía alimentaria.
Entrevista realizada por: Giovanna Tassi.
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