El mar de altura. Los páramos de Penipe bajo amenaza
Cuando caminas por los páramos, en las alturas, es como navegar en un mar. Hasta que la vista alcanza, mientras lo recorres, el pajonal te agarra los pies, te moja. Es suave y puedes acostarte para contemplar el horizonte inmenso que se llena de picos y nevados, rocas que salen del fondo de ese mar de altura. Los páramos son las esponjas naturales que guardan el agua y garantizan la vida de los ríos y de los ecosistemas y su biodiversidad de especies de flora y fauna. El agua es vida y es un derecho humano.
La fragua del despojo
Penipe es un cantón rural de la provincia de Chimborazo que se ubica entre los 2.000 y 5.424 metros de altura. Se ubica a 22 km de la ciudad de Riobamba. Y allí se está fraguando un despojo enorme con la complicidad de instancia estatales, que han otorgado titularidad a tierras de páramo que tienen dueños desde hace muchos años.
Dicen que el papel lo aguanta todo y también las escrituras. Corre el año 1946, y la familia Moncayo realiza una transacción de compra venta por un sector del páramo, sin definir exactamente los límites de la superficie. En el 1963 se registra esa operación en el registro de la propiedad de Penipe y no hay datos de la extensión. En el 2019, la propiedad aparece amojonada (en el papel) y con una extensión de 7.125,79 hectáreas, en el mismo registro de la propiedad de Penipe. Los vecinos de la propiedad, agrandada entre las fojas de la oficina, realizan una pericia técnica al predio original de la Familia Moncayo y se descubre que, en realidad, la extensión es de 784,74. Es decir hay 6.341,79 hectáreas demás.
Las razones legales para que la familia Moncayo plantee que todas esas hectáreas les pertenecen reposan sobre una posesión efectiva, una declaración juramentada de las señoras Moncayo y el informe de un ingeniero. La suma de esos tres ingredientes “legalizó” lo que, en realidad, es la apropiación ilegal de una extensión de páramo, que corresponde al 21% del territorio del Cantón Penipe y que afecta a cuatro parroquias y se sobrepone sobre el Parque Nacional y Reserva de Biósfera Sangay y a cantones como el de Baños (en Tungurahua) y Palora (en Morona-Santiago).
Hay preguntas que quedan suspendidas en el aire. Por ejemplo: ¿Por qué el Registro de la Propiedad de Penipe ha formalizado un acto ilegítimo?
Franklin Medina Balseca, morador de la parroquia El Altar, comenta: “Ahora aparecen tantos dueños de los páramos. Yo camino por allá desde los ocho años, andaba con mi padre y él me contaba de quién era cada retazo de páramo, cada sector tiene nombre y apellido”.
Comunidades en la defensa de los derechos territoriales
Desde el 2019, la población del cantón Penipe se ha organizado para defender sus recursos naturales ya que existe la amenaza de una concesión minera y de privatización por la venta de servicios ambientales mediante la comercialización de los bono de carbono. Esto pone en riesgo el mar de altura y los ríos que nacen del goteo constante que libera gradualmente el páramo. A través de la cartografía social, se han construido los mapas de su territorio desde la expresión emotiva con la naturaleza y cómo se han organizado socialmente.
El Allpa Lab, o Laboratorio de Restauración de Tierras, de Fundación ALDEA, tiene el objetivo de fortalecer la capacidad de las organizaciones y comunidades indígenas y campesinas para la defensa y regeneración de sus territorios, medios de vida y culturas locales frente a múltiples procesos de despojo y degradación. El proyecto ha trabajado junto a los moradores y moradoras del Cantón Penipe en su acto soberano de defensa de sus recursos. Ha levantado la información cartográfica, para identificar los propietarios que se incrementan en el interior de la zona ilegalmente ampliada en el año 2019.
“El territorio no es solo una extensión de terreno, es el lugar donde habitamos y de donde somos. Es la tierra donde enterraron mi ombligo”.
DESPOJO», un documental realizado participativamente con campesinas y campesinos del Comité de Defensa de los Recursos Naturales del Cantón Penipe, personal de la Fundación Ecuatoriana de Gestión Social y Desarrollo Integral-FUNDESI, Fundación ALDEA y los cineastas Pocho Álvarez y Lorena Salas de SACHA MANCHI Escuela de cine comunitario, con auspicio de la Iniciativa de Derechos y Recursos,
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Fotos: Promotores y Promotoras Páramos de Penipe.
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