#8M | Desde el 2014 registramos 642 femicidios

En Ecuador nos siguen matando por el hecho de ser mujeres. Las organizaciones de la sociedad civil seguimos llevando el horrible recuento de femicidios: 642 mujeres violentamente asesinadas entre el 1 de enero de 2014 y el 28 de febrero de 2019. Un 1 femicidio cada 3 días. Las provincias de Guayas y Pichincha llevan los más altos índices de asesinatos de género, con 124 y 128 víctimas respectivamente.

510 mujeres adultas han sido víctimas de la extrema violencia de género desde el 2014. También hemos perdido las vidas de 28 niñas, 55 adolescentes y 12 adultas mayores. La víctima más joven tenía menos de 1 año de edad. La edad más frecuente de las víctimas es de 22 años. El 68,4% de las mujeres eran madres y, en los últimos 4 años, al menos 600 niños y niñas han quedado en situación de orfandad, con necesidad de atención, protección y reparación. El análisis mensual muestra que los primeros meses del año hay un incremento de los femicidios: enero, marzo y mayo son los tres meses con mayor incidencia de casos.

Detrás de las cifras, hay historias de vida que han sido truncadas vidas y familias que se enfrentan a una situación de catástrofe. Son 642 vidas las que hemos perdido en el Ecuador. Hoy, 8 de marzo, las mujeres paramos para gritar que la extrema violencia de género es REAL y que exigimos que el Estado se haga cargo de nuestras vidas con acciones inmediatas, concretas y reales.

Ponemos el mapa a disposición de la sociedad civil ecuatoriana para hacer visible esta realidad y buscar caminos conjuntos para frenar todo tipo de violencias de género, que afecta a todos los sectores de la sociedad ecuatoriana. Súmate a imprimir el mapa, pegarlo en tu casa, en tu trabajo, a compartirlo en tus redes sociales.

El monitoreo es realizado por organizaciones de la sociedad civil (la Red de Casas de Acogida, la Comisión Ecuménica de los Derechos Humanos (CEDHU), el Taller de Comunicación Mujer y la Fundación ALDEA) a partir de los reportes de muertes violentas generado por organizaciones de mujeres y feministas. Colaborador de este proyecto es CoPPA, Coordinadora de Profesionales por la Prevención de Abusos.

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